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Investigador UBB logra reposición exitosa de proyecto Fondecyt Regular tras apelación: “No hay que darse por vencido”

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La Universidad del Bío-Bío celebra un hito en la investigación institucional: el académico e investigador Dr. Juan Carlos Marín, del Departamento de Ciencias Básicas, de la Facultad de Ciencias, obtuvo la reposición favorable de su proyecto Fondecyt Regular, marcando un precedente poco habitual en los concursos de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).

“La mayor satisfacción es poder hacer lo que me apasiona: combinar el trabajo académico con la investigación en terreno, el análisis en laboratorio y la docencia. Lo aprendido en el proceso no sólo contribuye a la ciencia, sino que también enriquece nuestras clases y la formación de nuevos profesionales”, Dr. Juan Carlos Marín.

El Dr. Marín explicó que este logro fue posible gracias a la persistencia, al apoyo institucional y al uso de los canales apropiados de apelación, luego de detectar errores en la evaluación de su proyecto. “El mensaje más importante es no rendirse cuando se sabe que uno ha hecho bien las cosas. Las herramientas de apelación existen, y cuando se usan de manera adecuada, pueden corregir errores”, destacó.

El proyecto aprobado, con financiamiento por más de 250 millones de pesos, busca estudiar la genética y conservación del ñandú de Darwin (Rhea pennata), ave emblemática de Sudamérica cuya población se distribuye entre Perú, Bolivia, Argentina y Chile. La investigación pretende determinar si las poblaciones del norte y sur del continente corresponden a subespecies o incluso especies distintas, lo que tendría implicancias directas en su conservación y manejo. Además, se explorarán aspectos evolutivos vinculados a su modo reproductivo y a su adaptación a distintos ambientes.

El investigador subrayó la relevancia del resultado tanto para su laboratorio como para los postgrados: “Este financiamiento asegura continuidad en el trabajo de nuestros equipos y abre la puerta a nuevas líneas de investigación. También refuerza el rol de la Universidad del Bío-Bío en la investigación de alto nivel en ciencias biológicas”.

En tanto, para la Universidad, en palabras de su director de Investigación y Creación Artística, Dr. Héctor Torres, la apelación es importante, ya que entrega una señal clara a la comunidad académica UBB, de que al existir argumentos técnicos y administrativos que permitan revertir un dictamen de ANID, lo que corresponde es actuar, ya que los espacios de apelación son herramientas necesarias para garantizar justicia y rigor en la evaluación de proyectos.

En tal sentido, agrega el Dr. Torres, cuestionar una resolución que se estimaba injusta fue un acto de responsabilidad institucional, orientado a garantizar condiciones equitativas de participación en un concurso que es altamente exigente y competitivo. “El haber revertido positivamente la decisión inicial tiene un doble significado. Por una parte, constituye un reconocimiento explícito a la calidad científica de la propuesta presentada y la trayectoria del investigador responsable. A su vez, refuerza la confianza en los mecanismos de revisión y apelación como instancias legítimas a las que pueden recurrir los/as académicos y académicas de la Universidad”, asevera la autoridad universitaria.

Proyecto

El académico de la Universidad del Bío-Bío, Dr. Marín, destacó los alcances de su proyecto de investigación, el cual, aunque corresponde a biología básica, tiene potenciales aplicaciones en el futuro tanto en la conservación de especies como en el desarrollo de usos productivos.

“Los primeros beneficiados son las especies en estudio, ya que este saber aporta a su conocimiento y conservación. En segundo lugar, se beneficia el ser humano, porque estos avances, aunque hoy se sitúan en el ámbito de la biología básica, pueden transformarse en conocimiento aplicado que dé origen a nuevas oportunidades”, señaló el profesor responsable del proyecto.

El investigador explicó que, pese a que la especie estudiada no enfrenta actualmente problemas de conservación en el sur de Argentina y Chile, donde se podría retomar con mayor éxito la cría en semi-cautividad. “En el pasado reciente esta especie ha proporcionado recursos como carne, huevos o plumas, que con un buen manejo podrían ofrecer a futuro un uso sustentable de alguna de sus poblaciones”, agregó.

Respecto de su equipo de trabajo, destacó la colaboración interdisciplinaria e internacional que respalda el proyecto. En Chile, participa un coinvestigador de la Universidad de Chile, además de estudiantes de pre y posgrado de la propia Universidad del Bío-Bío. A nivel internacional, se cuenta con la cooperación de colegas en Argentina, Suiza y Estados Unidos.

En lo personal, el académico subrayó la motivación que lo impulsa en esta iniciativa: “La mayor satisfacción es poder hacer lo que me apasiona: combinar el trabajo académico con la investigación en terreno, el análisis en laboratorio y la docencia. Lo aprendido en el proceso no sólo contribuye a la ciencia, sino que también enriquece nuestras clases y la formación de nuevos profesionales”.

Finalmente, el Dr. Marín, nos entrega una positiva reflexión de lo sucedido con su proyecto constituyéndose en un ejemplo inspirador para la comunidad académica. “Se puede. No hay que darse por vencido. Cuando hay razones fundadas, hay que dar la pelea”, puntualizó.

Foto: Izq/Der: Dr. Juan Carlos Marín, Alejandra Palavecino, Andrés Peña, Gonzalo Flores y Noemí Díaz.

Fuente: VRIP Comunicaciones

 

 

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